martes, 1 de marzo de 2016

XX. LA SOCIEDAD CHILENA DE PEDIATRÍA (tercera parte)


A fines de ese año Dr Jorge Mihovilovic en representación de la Sociedad presenta en la Reunión anual del American College of Surgery realizada en Punta Arenas el trabajo original “Tratamiento médico de las peritonitis quirúrgicas del niño”.
Esta actividad marcó el fin de la primera etapa de la sociedad pediátrica magallánica, la que -como se verá- se ha caracterizado por períodos de intensa actividad intercalados con hibernaciones más o menos prolongados. Es así como se reactivó el 28 de septiembre de 1967, con la participación de las recién llegadas doctoras Carmen Pino Valdés y María Yolanda Arellano[1], eligiéndose el nuevo directorio de la siguiente manera:

PRESIDENTE: DR.JORGE MIHOVILOVIC KOVACIC
SECRETARIA: DRA. MARÍA YOLANDA ARELLANO
TESORERA: DRA. CARMEN PINO VALDÉS

Dra. María Yolanda Arellan
             Como en otras oportunidades, se reiteraron las buenas intenciones de participar en el próximo Congreso Chileno  de Pediatría. La sociedad acuerda tener sus reuniones mensuales tratando de hacerlas coincidir con las anátomo-clínicas del Servicio de Pediatría, enviando previamente notas resúmenes a los diferentes servicios, con el caso a presentar. Se evidenciaba así la alta mortalidad de la época puesto que, como es sabido, en este tipo de encuentros se presentaba el caso de un niño fallecido en el servicio y que hubiera presentado dificultades para precisar el diagnóstico o causa de muerte. Se discutía sobre el caso, y el patólogo daba el diagnóstico final con el resultado de la autopsia, y todos aprendían. Dramático, especialmente por tratarse de niños, pero era la realidad de la época, en que la mortalidad intrahospitalaria daba para reuniones mensuales, sin considerar a los que fallecían con diagnóstico claro.

            26 de octubre de 1967
            Reunión anátomo-clínica en el Servicio de Pediatría, con la participación de todos los médicos de la Unidad más la presencia del médico anatomopatólogo y el radiólogo.
            Se presenta un caso con los diagnósticos clínicos presuntivos de: cardiopatía congénita acianótica, probable ductus; endocarditis o endoarteritis bacteriana; y sepsis probablemente estafilocócica.
            Los informes anátomo-patológicos relatan: neumopatía derecha estafilocócica. Signos de compromiso séptico de los órganos: bazo, hígado. Sin demostración de compromiso de endocarditis en la gran lesión de ductus que era una verdadera ventana de aorta a pulmonar.
            Se está de acuerdo en que lo más probable fue un caso de sepsis estafilocócica de probable partida a nivel pulmonar, insistiéndose en que es fundamental en todo caso en que se sospeche sepsis, tratarle como de origen desconocido con kanamicina, penicilina y (¿?)[2], con lo cual se toma la mayor parte de la flora Gram (+) y Gram (-), quedando a cubierto tardanzas de resultado de hemocultivo o errores de resultado.

            A mediados de 1968 participaban en las reuniones los recientemente llegados doctores René Araya y Nino Valdés Vargas[3]. Se subía la cuota mensual a E° 25, en vista de los gastos que significaría la asistencia al Congreso Chileno de Pediatría, a desarrollarse al año siguiente. Se preparaban presentaciones de temas libres para dicho evento, con varios trabajos, incluyendo “Problema adenoideo en el niño magallánico de 1 a 10 años de edad”, “Incidencia y prevalencia de la desnutrición”, “Resultados de la alimentación de prematuros con Milko”, y otros.
            De aquí en adelante las anotaciones en los libros de actas comienzan a ralear, dando cuenta de una merma en el entusiasmo de los socios por mantener viva la llama. Tal vez la última y más importante actividad de ese período fue la organización, en 1971 y bajo la presidencia de Carmen Pino Valdés, de las III Jornadas Anuales de Pediatría, que por aquellos años equivalían al congreso nacional de la especialidad. Los que lo recuerdan[4] hablan del gran éxito del evento, cuyo broche fue un opíparo asado en Fuerte Bulnes, siendo atendidos los invitados por las monjas vicentinas del Hospital Regional.
            A comienzos de 1972 se eligió el directorio, que quedó constituido como sigue:

PRESIDENTE: DR. JORGE MIHOVILOVIC KOVACIC
SECRETARIA: DRA. CARMEN PINO VALDÉS
TESORERO: DR. FERNANDO PAREDES ÁVALOS

            El 11 de septiembre de 1973 se clausuraba la Filial Punta de la Sociedad Chilena de Pediatría y sus actividades “hasta nueva orden”. Jorge Mihovilovic guardaba y custodiaba el libro de actas.
            A fines de 1984 llegaba, para establecerse definitivamente en Punta Arenas, el autor de este libro. A la fecha de su traslado desde Santiago integraba el directorio nacional de la Sociedad Chilena de Pediatría en calidad de bibliotecario y a cargo de la Comisión de Socios. Informado el directorio de su decisión de radicarse en el austro, y aceptada su renuncia, se le encargó la misión de contactarse con Mihovilovic y los demás socios, a fin de reanudar las actividades de esta filial por tantos años dormida.
            Tal cometido fue cumplido con entusiasmo y eficacia, tanto es así que el 28 de marzo de 1985 se efectuaba una reunión general de socios activos, asistiendo los doctores Julio Montt Vidal, Jorge Mihovilovic Kovacic, Fernando Paredes Ávalos, Nino Valdés Vargas y Matías Vieira Guevara. Presidió el Dr. Mihovilovic y no asistió por enfermedad la Dra. Carmen Pino Valdés.
            El Dr. Mihovilovic (Presidente) y el Dr. Paredes (Tesorero) dan cuenta de su gestión en el directorio durante los últimos años, siendo aprobada por los socios presentes. El Dr. Mihovilovic presenta la renuncia a su cargo considerando su permanencia en éste durante 13 años. Se procede a elección de nuevo directorio, el cual queda constituido de la siguiente forma:

PRESIDENTE: DR. NINO VALDÉS VARGAS
SECRETARIO: DR. MATÍAS VIEIRA GUEVARA
TESORERO: DR. FERNANDO PAREDES ÁVALOS



[1] Íd.
[2] Ilegible.
[3] Ver capítulo VI.
[4] Dres. Amarales y Mihovilovic.

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