A
mediados de la década de 1960 se comenzaban a efectuar en Punta Arenas las
primeras exanguíneotransfusiones[1], técnica
introducida por los doctores Santiago Prado Palma y Jorge Mihovilovic Kovacic.
De
pronto surgen iniciativas maravillosas, anónimas y no tanto, que cumplen la
función de suplir –desinteresadamente y sin fines de lucro- las prestaciones de
las que adolecen las entidades estatales. Es así como la discapacidad infantil,
por demasiado tiempo postergada como problema de salud pública, atendida
solamente en la medida de lo posible –y lo posible era bien poco- por los
equipos profesionales tanto hospitalarios como de atención primaria, pasó a ser
prioridad asistencial, inicialmente en Puerto Natales y como iniciativa
meritoria del Dr. Álvaro Soto Bradasich. Apoyado por el Rotary Club, se creó en
1966 en esa ciudad el primer centro de atención terapéutica, destinado a
beneficiar a los niños secuelados de poliomielitis, parálisis cerebrales y
otras. Veinte años más tarde, en 1986, se fundó en Punta Arenas y bajo el
auspicio y patrocinio del Club de Leones, el Centro de Rehabilitación Infantil
“Cruz del Sur”. Esta obra da asistencia a cientos de niños y adultos de toda la
Región de Magallanes, y también de la Patagonia argentina[2].
1979 Llegan a Punta Arenas los primeros
equipos para la aplicación del Plan Ministerial de Implementación Neonatal.
Descenso de la mortalidad neonatal de 16,3 a 9,2 por mil nacidos vivos en 1984.
Hacia
la década de 1980 una de los factores que más incidían en la mortalidad
infantil en los menores de un año eran las neumonías. Tanto en Magallanes como
en el resto de la república las
hospitalizaciones por las infecciones respiratorias agudas (IRA)
daban cuenta
de gran parte de la ocupación de camas en los servicios de pediatría, y un 60% de los niños que morían en ese grupo
etario, lo hacían en sus domicilios. Entonces fue que un visionario grupo de
pediatras del Hospital “Exequiel González Cortés” de Santiago idearon y
estudiaron los resultados de la implementación de salas especiales para
hospitalizaciones abreviadas, tanto en hospitales como en centros de atención
primaria, basadas en el uso de medicamentos como broncodilatadores en aerosol y
otros según necesidad, y kinesiterapia respiratoria. Este sistema probó ser
extraordinariamente eficaz, adoptándose como programa oficial del Ministerio de
Salud a contar de 1990[3]. Entre 1990 y
2008 se obtuvo un descenso de 88,2% en la mortalidad por neumonías en menores
de un año, atribuido al programa IRA.
La
primera región en incorporar este programa fue la de Magallanes, y anota la
doctora Lidia Amarales[4]: A la fecha del inicio del programa, la
autora se desempeñaba como pediatra del Servicio de Pediatría del Hospital
Regional “Lautaro Navarro”, en la ciudad de Punta Arenas, Región de Magallanes,
siendo nombrada Jefa del Programa IRA para la región. El año 1992 se crea la
primera sala en el consultorio adosado del Hospital Regional. Posteriormente el
año 1993 se agrega otra sala en un consultorio de atención primaria de la misma
ciudad, y una tercera en la ciudad de Puerto Natales.
Desde el inicio del programa
realizamos educación a las madres y padres de los niños consultantes, a la
comunidad organizada y a los agentes claves de la comunidad, como las
educadoras de párvulos de todos los jardines infantiles de la ciudad de Punta
Arenas. A su vez efectuábamos una reunión semanal con todos los profesionales
del programa para aunar criterios, revisar bibliografía y analizar casos
clínicos de pacientes con evolución tórpida o con complicaciones.
Posteriormente la autora implementa el Consultorio Respiratorio Infantil del
Hospital Regional, hospital base de la región. Junto al nuevo médico jefe IRA,
más los kinesiólogos de las diferentes salas, mantuvimos la reuniones semanales
y el trabajo en conjunto, lo que lo llevó a ser un programa verdaderamente en
red entre las salas IRA, insertas en los consultorios periféricos y el consultorio
de referencia de la especialidad. El programa IRA crece a las ciudades de
Puerto Natales y Porvenir, con la misma metodología de trabajo y manteniendo la
red, con protocolos de derivación, referencia y contrarreferencia.
1982
primer prematuro sometido a ventilación mecánica.
[1]
Recambio total de sangre en recién nacidos, terapia de rescate para prevención
del daño cerebral en hiperbilirrubinemia severa.
[2]
Para mayor información sobre éstas y otras obras filantrópicas en bien de la
niñez, ver M. Martinic. Op. cit. Págs. 258 y siguientes, y 294-296.
[3] L.
Amarales. Op. cit.
[4] L.
Amarales. Ibíd.
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