martes, 30 de junio de 2015

V. LOS MÉDICOS GENERALES (quinta parte)



            Desde 1893 habían ido llegando a Punta Arenas médicos con el propósito de la práctica liberal de su profesión. Los primeros fueron Santiago Mac Lean, Domingo Solo de Zaldívar, Juan Tornero, Carlos Exss, Florencio Middleton, W.H. France y Luis Aguirre Cerda[1]. Algunos no resistieron las duras condiciones de vida de la colonia, y hacia fines de 1894 sólo quedaban, y quedaron durante algunos meses, sólo dos médicos en Punta Arenas: Navarro y Middleton. Esta situación se repetía en 1897, en que refiriéndose a los médicos residentes en Punta Arenas, Vera afirmaba: Existe el de ciudad, que lo es el doctor don Lautaro Navarro. Reside allí y ejerce su profesion el doctor don Florencio Middleton. Aparte de éstos, suelen bajar a tierra i prestar sus servicios los de los buques de la armada nacional cuando se estaciona alguno de ellos, i los de los buques estranjeros que pasan por el estrecho[2].

            El Dr. Santiago Mac Lean había venido en la comisión médica de 1897 y -como tantos entonces y después- se enamoró de Magallanes y decidió radicarse.

            No se sabe con certeza la relación familiar, si la hubo, entre Florencio Middleton y el doctor Luis Middleton, de trabajo transitorio en la comisión médica de 1894. En todo caso coincidieron en Punta Arenas por un breve lapso, ya que Luis, una vez terminada su tarea se devolvió antes de un año, pero Florencio se radicó por más tiempo.

Dr. Florencio Middleton
             Florencio Middleton, siendo cirujano, incursionó también en la pediatría. Publicaba el periódico “El Magallanes” la siguiente inserción:

Al recurrir á la prensa no es mi ánimo herir susceptibilidades ajenas: solo me guia el propósito de hacer público un hecho que manifiesta de una manera palpable los adelantos alcanzados por la ciencia médica en los últimos años.

            Con tal motivo me hago un deber en dar la mas formal demostracion de agradecimiento al inteligente Doctor señor Florencio Middleton, á quien se puede decir debo la vida de mi señora y la de un nuevo ser que ha venido á acrecentar mi familia.


Periódico "El Magallanes"
Septiembre 1895
            Reciba por ello mi mas desinteresado agradecimiento.

            Punta Arenas, Agosto 10 de 1894.

                                                R. Lohr.

            Sus servicios se publicitaban en El Magallanes.

El Dr. Luis Aguirre Cerda, arribado en la primera comisión médica en calidad de alumno (1892 - 1893), al obtener su título decidió radicarse más tarde en la zona, y amén de practicar su profesión en forma libre incursionó en la ganadería, siendo propietario de la estancia Cristina[3].

Joaquín Luco Arriagada arribaba por tercera vez a Punta Arenas en enero de 1895, esta vez en calidad de jefe de la Estación Sanitaria instaurada por el Supremo Gobierno, y con un sueldo de setecientos pesos. Uno de sus ayudantes era Middleton, con un sueldo de trescientos pesos[4]. Luco, quien más adelante llegaría a ser un destacado neurólogo y profesor, ya por esos años destacaba por su afabilidad y bonhomía y había entablado en sus estadías anteriores sólidos lazos de amistad, a juzgar por la bienvenida que le tributaba El Magallanes[5]. El doctor retribuía las gentilezas invitando a un paseo campestre en la hijuela del Sr. Julio Buck. Asistió una escogida concurrencia y se pasaron allí unas cuantas horas agradables. El Dr. Luco y sus compañeros de comisión (…) se esmeraron en atender a los concurrentes[6].




[1] M. Martinic. Ibíd. Pág. 135.
[2] R. Vera. Op. cit. Pág 418.
[3] M. Martinic. Ibíd.
[4] Periódico “El Magallanes”, 6 de enero de 1895.
[5] Estos atributos fueron heredados por su hijo, nuestro recordado profesor Joaquín Luco Valenzuela.
[6] Periódico “El Magallanes”, 17 de marzo de 1895.

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