sábado, 30 de enero de 2016

XIX. AVANCES DE LA PEDIATRÍA EN MAGALLANES (primera parte)


            Tal vez la primera innovación en el ámbito de la pediatría magallánica, si bien no propiamente tecnológica, fue le implementación del pabellón de niños en el Hospital de Caridad, inaugurado en 1905[1]. Anteriormente los niños se atendían -cuando se atendían- en sus domicilios y muy rara vez se hospitalizaban, ingresando en ese caso a salas comunes para adultos y niños.  No sabemos con cuántas camas contaba esta sala en sus inicios, y con qué implementación, pero sí que ya estaba funcionando a plenitud en 1925, con 18 cupos[2]. Ninguno de los hospitales anteriores había contado con ello, por lo que vino a ser, entonces, el primer  servicio de pediatría de Magallanes[3]. Esta situación no era muy distinta hacia los años de 1940, como recuerda Raquel Aedo: Mi esposo estuvo hospitalizado en la sala de niños a los 12 años, operado del apéndice. Él recuerda que había una sala de niños de 9 a 12 años. Los menores estaban en otra sección. A los 13 años pasaban a sala de adultos. En 1951 había una unidad de recién nacidos, y también teníamos “la dietética”, donde se preparaban las mamaderas. Teníamos que prepararlas en el momento[4].

            En cuanto a la atención de los niños en los diferentes hospitales con que ha contado Punta Arenas a través de su historia, ésta fue inicialmente practicada por los médicos generales, y luego, desde la llegada de Elena Ancic, por los pediatras, casi siempre con apoyo de los primeros. Tradicionalmente la atención médica de los niños hospitalizados se ha hecho fundamentalmente en horario de las mañanas, pero como las enfermedades no conocen de horario laboral, durante las tardes y las noches los médicos atendían en sus consultas particulares y efectuaban muchísimas visitas domiciliarias. Todo muy bien para los que podían pagarlo, pero para los que no, que por cierto eran y siempre han sido la mayoría, necesariamente tenían que recurrir al hospital. En los nosocomios no había pediatra, a veces ni siquiera médico, y no existían los servicios de urgencias propiamente tales. Se contaba entonces con la experiencia y sapiencia del personal de enfermería, especialmente los practicantes, quienes solucionaban la mayoría de los problemas, y siempre había algún médico de buena voluntad que pudiera ser llamado en los casos más complicados.
            No tenemos registro de la época en que se implementó el Servicio de Urgencia en el Hospital de Asistencia Social, pero sí sabemos que ya existía cuando éste se trasladó a Angamos 180, atendiéndose por el pasaje que luego se llamó Víctor Fernández Villa. Durante muchos años se atendían adultos y niños, con médicos generales o de adultos. Después hubo un pediatra de llamada, el cual no percibía remuneración alguna por esta función. Recuerda la doctora Lidia Amarales[5]: Cuando llegué -1980- no había ni siquiera pediatra en la urgencia, para todo éramos de llamada. Después comenzamos a hacer turnos por un sueldo miserable, teníamos que estar en urgencia y solucionar los problemas de los pacientes hospitalizados.




[1] M. Martinic. Op. cit.. Pág. 130.
[2] S. Fugellie. Op. cit. Págs. 70 - 71.
[3] En coincidencia temporal con la permanencia y destacada labor en Punta Arenas de la Dra. Elena Ancic.
[4] Testimonio personal de Sra. Raquel Aedo, 2013
[5] Testimonio personal Dra. Lidia Amarales, 2015.

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